domingo, 24 de febrero de 2013

La Conferencia Episcopal Española (CEE) entrega a Cáritas 6 millones de euros.

Cáritas. 20 febrero de 2013.- La Conferencia Episcopal Española ha hecho efectiva la entrega a las Cáritas diocesanas de la aportación económica de 6 millones de euros que aprobó la Asamblea Plenaria en su reunión del mes de noviembre, con cargo a los Presupuestos de 2013.
Por quinto año consecutivo, los obispos españoles decidieron mantener esta aportación extraordinaria y, en esta ocasión, aumentar la cuantía en un 20% con respecto al año pasado, mientras las demás partidas presupuestarias fueron congeladas.
 
 
La aportación, que se entrega del Fondo Común Interdiocesano, procede de lo que se recibe por la asignación tributaria a favor de la Iglesia.

La CEE ha donado casi 20 millones de euros en cinco años
Los obispos españoles, en la Asamblea Plenaria de noviembre de 2008, decidieron donar a las diferentes Cáritas diocesanas el 1% del total del Fondo Común Interdiocesano, lo que entonces supuso una aportación de 1,9 millones de euros. La cantidad se ha ido incrementando anualmente hasta situarse en el 2,59%. Así, en 2009 se entregaron 2,9 millones de euros; 4 millones en el 2010, 5 millones en el 2011 y 6 millones en 2012, lo que supone un total de casi 20 millones de euros en 5 años.

Cáritas es la Iglesia
Estas aportaciones extraordinarias de la Conferencia Episcopal Española, no son, ni mucho menos, el total de lo que la Iglesia aporta a Cáritas, porque Cáritas es la Iglesia misma en su estructura más fundamental que es la parroquia. Son las parroquias las que corren con todos los gastos ordinarios, las que recogen los donativos y es en las comunidades parroquiales donde surgen los voluntarios que entregan su tiempo y trabajo en Cáritas.
De la misma forma que no habría Iglesia sin el anuncio de la Palabra y sin la celebración de los Sacramentos, tampoco la habría sin el ejercicio de la caridad. Cáritas es la Iglesia y la Iglesia también es Cáritas.

El amor –caritas-siempre será necesario
Como nos recuerda Benedicto XVI en su encíclica “Deus Caritas est”, “el amor- caritas- siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa. No hay orden estatal, por justo que sea, que haga superfluo el servicio del amor. Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre. Siempre habrá sufrimiento que necesite consuelo y ayuda”.
Por eso, con este gesto sencillo, la Conferencia Episcopal Española quiere animar a todos a contribuir (o a seguir haciéndolo) generosamente con Cáritas, en particular en estos momentos de crisis. La colaboración de todos es imprescindible para hacer efectivo ese “servicio de la caridad”, esa ayuda que muestre un amor concreto al prójimo.
Muchos obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos lo vienen haciendo de modo permanente y también con gestos especiales, y son cada día más también los que, a pesar de las dificultades del tiempo que estamos atravesando, se incorporan como voluntarios para dedicar su tiempo en las diferentes organizaciones de la Iglesia, al servicio de la caridad y de las personas que más lo necesitan.
La red de Cáritas en España está constituida por unas 6.000 Cáritas parroquiales, 68 Cáritas diocesanas y sus correspondientes Cáritas regionales o autonómicas. Cuenta en la actualidad con la colaboración de casi 65.000 voluntarios que suponen la base fundamental del trabajo de la institución.



Cáritas Española defiende el derecho de las personas a una vivienda digna y adecuada.

 


 

Cáritas. 19 febrero de 2013.- Cáritas está viviendo muy de cerca la dramática realidad de muchas familias a las que acompaña para remediar la situación de grave vulnerabilidad creada por la pérdida de su vivienda. Junto a la puesta en marcha de respuestas adecuadas a las víctimas de este problema en las distintas Cáritas Diocesanas y Parroquiales de todo el país, nuestra Confederación ha venido sumando sus esfuerzos al de otras muchas instancias de la sociedad civil y de la comunidad cristiana en la búsqueda de soluciones que frenen el sufrimiento cotidiano de tantas personas y familias que han perdido sus hogares o están a punto de perderlos.

Por ese motivo, Cáritas valora positivamente la participación ciudadana y la respuesta social creciente de la sociedad civil, cada vez más sensible al problema del acceso a la vivienda, que ha cuajado en una Iniciativa Legislativa Popular que la pasada semana fue admitida a trámite en el Congreso de los Diputados. Nos mostramos esperanzados por la decisión unánime de los grupos parlamentario de admitir a trámite una iniciativa ratificada por casi un millón y medio de firmas en todo el Estado, así como por su compromiso de agilizar su tramitación y, en especial, por que se haya proclamado en sede parlamentaria la cercanía de nuestros representantes con las propuestas contenidas en la ILP.

Este precedente, que supone un motivo de franca esperanza, no debe ocultar la realidad de consternación provocada por el sufrimiento de no pocas familias y vecindarios que se ven sacudidos por la ejecución de desahucios, hasta el extremo de provocar la muerte de personas víctimas de la desesperación y el sinsentido a la que se han visto abocadas ante la pérdida de sus hogares.

Cáritas comparte el clamor popular antes estas injusticias y une su voz a la de los propios afectados y de otras instancias sociales –jueces, juristas, defensores del pueblo de las Comunidades Autónomas y del Estado, Ayuntamientos y numerosas entidades sociales--, que de forma unánime reclaman, ante la situación de emergencia habitacional que actualmente vivimos, la puesta en marcha urgente de medidas efectivas y permanentes que detengan la pérdida del hogar de tantas familias y eviten la repetición de situaciones traumáticas como las que estamos viviendo.

El acceso y sostenimiento de la vivienda, unos de los derechos fundamentales en cualquier proceso de desarrollo personal y social orientado a preservar la dignidad de las personas en situación más precaria, se ha convertido en los últimos años para la Confederación Cáritas en una de las mayores prioridades de nuestra respuesta a los efectos sociales de la crisis. Nuestros ejes de acompañamiento a las personas más golpeadas por esta realidad se han dirigido en esta triple dirección:

- Favorecer las condiciones de acceso a la vivienda, especialmente en alquiler, y apoyar el mantenimiento de ese acceso.

- Impulsar la mejora de las condiciones de habitabilidad de toda la población en situación de exclusión y, en especial, en la red de recursos residenciales que tiene Cáritas en todo el Estado.

- Apoyar las medidas que eviten los fenómenos de segregación y gueto que en ocasiones conlleva el acceso a la vivienda.

A la luz de estas respuestas, en Cáritas somos testigos directos de la situación de máxima emergencia social creada por las más de 400.000 ejecuciones hipotecarias llevadas a cabo en los últimos cuatro años. Esto nos hace insistir en la necesidad urgente de acometer medidas sostenidas en el tiempo que eviten, en concreto:

• la pérdida de la vivienda habitual, con una moratoria de todos los desahucios y, en su caso, con la negociación de figuras jurídicas como el alquiler social o la cesión que permitan el uso y disfrute del hogar y,

• la deuda personal de deudores de buena fe, a través de la dación en pago, que deberá aplicarse también de manera retroactiva en aquellos supuestos donde, llevado a cabo el lanzamiento de la vivienda, las personas afectadas siguen pagando la deuda contraída con la entidad bancaria o el particular.

En este sentido, al tiempo que saludamos la medida de activación del alquiler social que ha supuesto la creación del Fondo Social de la Vivienda --con la participación de entidades bancarias, organizaciones sociales y Administraciones públicas--,advertimos la limitación de su impacto ante la magnitud del problema y manifestamos nuestra honda preocupación respecto a las posibilidades abiertas con la creación del SAREB (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, S. A.) y su implicación real en el destino de sus activos a vivienda de alquiler social.

Asimismo, ante la tramitación de una ley que proteja a los deudores hipotecarios y que intenta aunar los esfuerzos llevados a cabo por el Gobierno en el último año de dar una respuesta a la situación vital de emergencia habitacional de tantas personas, insistimos en que la dramática situación de vivienda actual no puede ni debe abordarse desde la concepción de la vivienda como un mero bien de intercambio económico. Todo lo contrario: es imprescindible contemplar su necesaria función social y dar cumplimiento al mandato constitucional de promover el acceso de toda persona a una vivienda digna y adecuada.

Creemos especialmente oportuno apelar a la invitación a abrirnos a la esperanza y a la responsabilidad social lanzada por los obispos españoles a la comunidad cristiana y a toda la sociedad durante la celebración de la última Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, donde, en una nota titulada “Ante la crisis, solidaridad”, abordan el acuciante drama de la vivienda y recuerdan que “la comunidad cristiana quiere y debe ser un signo de esperanza. Todos hemos de dar en nuestra vida signos de esperanza para los demás, por pequeños que sean. Hoy deseamos pedir a quien corresponda que se dé un signo de esperanza a las familias que no pueden hacer frente al pago de sus viviendas y son desahuciadas. Es urgente encontrar soluciones que permitan a esas familias- igual que se ha hecho con otras instituciones sociales - hacer frente a sus deudas sin tener que verse en la calle. No es justo que, en una situación como la presente, resulte tan gravemente comprometido el ejercicio del derecho básico de una familia a disponer de una vivienda. Sería un signo de esperanza para las personas afectadas. Y sería también un signo de que las políticas de protección a la familia empiezan por fin a enderezarse.”

Comisión Permanente de Cáritas Española
Madrid, 15 de febrero de 2013


domingo, 10 de febrero de 2013

Cáritas Diocesana inicia sus acciones formativas en materia de integración sociolaboral.


 
Las acciones formativas tendrán lugar en Cádiz, San Fernando, Chiclana y Los Barrios y participarán 36 mujeres desempleadas

 

Cáritas.- 8 de febrero de 2013.-
 

Cáritas Diocesana ha comenzado, en el mes de febrero, sus acciones formativas dirigidas al colectivo de personas desempleadas que Cáritas acompaña a través de las acciones del Programa Diocesano de Empleo.

 
La formación se imparte bajo el formato de “pretaller”. Los pretalleres sociolaborales son una apuesta de Cáritas Diocesana de cara a la formación para el empleo de personas en riesgo o exclusión social. Es una actividad mixta que combina formación teórica (comunicación y relación interpersonal, resolución de conflictos, habilidades sociales y laborales, autoestima…) con prácticas formativas en empresas. El pretaller actúa sobre el proceso educativo general y está orientado hacia el desarrollo integral de la persona. Estas acciones formativas han tenido, en ediciones anteriores, una evaluación positiva y han repercutido de forma integral en los alumnos participantes, alcanzando hasta un 40% de inserciones laborales tras su finalización.
 
En el año 2013, los pretalleres se impartirán en Cádiz, San Fernando, Chiclana de la Frontera y Los Barrios. En las dos primeras localidades ya han dado comienzo, y los previstos celebrar en Chiclana de la Frontera y Los Barrios darán comienzo en las próximas semanas. Serán unas 50 mujeres las que participen como alumnas en las acciones formativas. Todas están entre los 25 y 40 años, tienen un bajo nivel formativo, cargas familiares y ya están en un proceso activo de búsqueda de empleo a través de los Puntos de Integración Sociolaboral de Cáritas.
 
Los pretalleres laborales son impartidos por técnicos y voluntarios de las Cáritas arciprestales y parroquiales de las localidades donde se celebran y están financiados por fondos propios de Cáritas y fondos públicos (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Fondo Social Europeo y Ayuntamiento de Chiclana).