Se
presenta en Madrid el "VII Informe del Observatorio de la Realidad
Social"
El
número de personas atendidas en los servicios de Acogida y
Atención Primaria de Cáritas casi se ha triplicado entre 2007 y
2011
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Cáritas.
20 septiembre de 2012.- Los Servicios de Acogida y Atención
Primaria de Cáritas en toda España están constatando la
consolidación en nuestro país de una sociedad más pobre, más
desigual y más injusta. Así lo revelan los datos recogidos en el
VII Informe del Observatorio de la Realidad Social (ORS), que
ha sido presentado esta mañana en Madrid por el secretario general
de Cáritas, Sebastián Mora, y el coordinador del Equipo de
Estudios, Francisco Lorenzo.
Bajo el título
“De la coyuntura a la estructura. Los efectos permanentes de la
crisis”, el Informe analiza a lo largo de cinco capítulos la
acción desarrollada por la red de Acogida y Atención Primaria de la
Confederación Cáritas Española. Este servicio de ayuda cercana y
urgente a las personas más vulnerables por parte de Cáritas se
desarrolla especialmente a través de las parroquias, donde es la
propia comunidad la que ofrece una respuesta ágil, directa y
fraterna a quienes padecen los peores efectos de la crisis.
En esta séptima
entrega del ORS se señala que desde que se inició la crisis se ha
multiplicado por 2,7 el número de personas atendidas en los
Servicios de Acogida y Atención Primaria de Cáritas, que ha pasado
de 370.251 personas en 2007 a 1.015.276 en 2011.
Las causas
principales de este incremento siguen siendo, principalmente, un
proceso sostenido de destrucción de empleo, que reduce de manera
drástica las posibilidades de ingresos económicos en numerosos
hogares; y la consolidación de la reducción y el agotamiento de las
ayudas de protección social.
Las
necesidades básicas más demandadas
Entre las
necesidades básicas más demandadas entre 2007 y 2011, el mayor
aumento se ha producido en el número de ayudas económicas para
alimentación, seguidas de ropa/calzado y vivienda Por detrás
aparecen otras necesidades, como gastos sanitarios y asuntos legales.
En 2011, se
registraron unas 400.000 respuestas de ayuda económica para
alimentación, más de 50.000 para vivienda y 60.000 para ropa y
calzado.
Los fondos
invertidos
El gasto en
ayudas económicas a las personas y familias destinados por las
Cáritas Diocesanas a través de sus Servicios de Acogida y
Asistencia se han duplicado entre 2007 y 2010, hasta alcanzar cerca
de 33 millones de euros en ese último año.
En 2011 se
alcanzan más de 10 millones de euros en ayudas para alimentación y
7 millones de euros para vivienda, seguidos de 1,5 millones en
educación/formación y 1 millón en gastos relacionados con la
salud.
En total, entre
2007 y 2010, los recursos invertidos por la Confederación Cáritas
en todo el país en el apartado de Acogida y Atención Primaria
superan los 112 millones de euros.
El perfil de
las personas atendidas
Las mujeres
siguen siendo el rostro más visible de las demandas de ayuda de
emergencia atendidas por Cáritas. Destacan, asimismo, el elevado
número de desempleados que han pasado de ser “recientes” --al
inicio de la crisis-- a ser de larga duración. Numerosas parejas
jóvenes (de 20 a 40 años de edad) con hijos se han visto también
muy afectadas, así como mujeres solas con familiares a cargo. Las
parejas con hijos suponen el 40% y las familias monoparentales un
18%.
En Cáritas, 5
de cada 10 personas acogidas en 2011 son inmigrantes. Un tercio de
ellos están en situación de irregularidad, en muchos casos
sobrevenida a consecuencia de la crisis. Se estima que Cáritas
atiende cada año a 130.000 personas en situación de irregularidad.
En cuanto a los
perfiles sociales que más aumentan en quienes han acudido por
primera vez a los Servicios de Acogida en 2011, el Informe señala
que son personas de nacionalidad española y extracomunitarias en
irregularidad sobrevenida; en riesgo de perder su vivienda; parejas
con hijos y, en menor medida, personas solas y familias
monoparentales; jóvenes adultos con una edad de 30 a 44 años; y
personas sin ingresos o con Rentas Básicas o Mínimas.
Constataciones
El VII Informe
del ORS constata situaciones y hechos que hablan de un cambio social
que, más allá de la coyuntura de la crisis, están suponiendo la
consolidación de una nueva estructura social. En este sentido, se
subrayan tres hechos:
La
sociedad española presenta un modelo de integración precaria que,
desde los años 80, se ha venido deteriorando progresivamente y que
deja patente la insuficiencia y la reducción de la capacidad
protectora del sistema público.
La
exclusión social, la pobreza y la vulnerabilidad son fenómenos
estructurales que hoy, a consecuencia de la crisis, se hacen
especialmente visibles; pero el proceso de deterioro progresivo de
los derechos y de la protección social, especialmente para los más
desfavorecidos, no es algo nuevo.
La
evolución de las solicitudes de ayuda a Cáritas no es un asunto
pasajero ni coyuntural, sino que expresa la consolidación de una
estructura social en la que un número elevado de personas y
familias han quedado sin esperanza en su proyecto vital.
Como se afirma
en el Informe, “si cuando hubo crecimiento económico (período
1994-2007), no se redujo la pobreza --ni se consolidó la protección
social, ni aumentó la proporción de inversión en gasto social del
P.I.B.--, es difícil creer que salir de la crisis desde la óptica
del crecimiento económico tenga consecuencias relevantes en la
reducción de la desigualdad y la pobreza”.
Para sus
autores, “la acumulación de desventajas en más de una cuarta
parte de la población española conlleva un riesgo de dualización y
de falta de cohesión social, que se viene constatando antes del
inicio de la crisis”.
Escucha,
calidad y calidez
El Informe
destaca un aspecto de la acción de Acogida desarrollada por Cáritas
que guarda estrecha relación con un modelo de trabajo basado en la
identidad evangélica de su visión y la dimensión eclesial de su
misión. Se trata de las respuestas orientadas hacia la escucha
a las personas que acuden a los centros y servicios de Cáritas en
las parroquias, que abordan unas necesidades no mediatizadas por lo
económico y que hablan más de la calidad y calidez de la acción de
Cáritas que de la cuantificación.
Las acciones
que atienden este tipo de necesidades tienen un gran valor porque son
muy significativas y transformadoras en la trayectoria vital de las
personas, de las relaciones y de la sociedad.