Entre los proyectos que hemos llevado a cabo este curso
estaba el de Apoyo Escolar para los niños de las familias acogidas. La verdad
es que era un proyecto muy sencillo, pero sirvió para mejorar el nivel de
algunos niños y también como lugar de encuentro y fortalecimiento de los lazos
de amistad entre ellos, salvo los momentos de tensión, que también los hubo;
pero nos quedamos con el saldo final que es positivo, además, esos momentos de
tensión les sirvieron de lección y, al superarlos, fortalecieron más sus lazos
de amistad. Ni qué decir que los padres agradecían esta oportunidad que les dábamos
a sus hijos.
Este proyecto comenzó hace tres años, pero, el próximo curso
lo vamos a suspender, por cansancio de los responsables, que son los mismos
para otras muchas cosas, y como se deduce de esto, por la escasez de
voluntarios, no sólo en nuestra cáritas parroquial sino en otros programas que
cáritas desarrolla en la ciudad.
Quizá se pueda salvar todavía el proyecto, si la persona que
ha prometido buscar voluntarios adecuados consigue encontrarlos, o cualquier otra
persona que tenga interés en dicho proyecto.
De todos modos ha sido una experiencia interesante y siempre se podrá repetir, incluso mejorada.