Si sigue así, sin duda lo será. Me tocó el turno de
voluntario para atender la recogida esta tarde, de una a tres, unas horas que suelen ser de poca
afluencia, sin embargo casi completamos una caja con todo tipo de productos.
La reacción de las personas es extraordinaria, en toda la
mañana hubo una mala respuesta ni el menor incidente, sólo alguna disculpa por
no poder ayudar, como aquella señora que a pesar de tener en casa a tres
hermanos en paro, viviendo todos de su insuficiente pensión, aún así prefería
ayudar ella con poco a otros a pedir para si y sus hermanos.
Muchos entraban con el dinero justo para la compra, y muy
pocos evitaban responder, seguro que no lo hacían por desprecio sino por vergüenza
o por sentir impotencia.
La verdad es que la respuesta no puede ser más generosa, precisamente
en el momento que vivimos cuando tantas personas se ven en serias
dificultades para llegar a fin de mes.
En cuanto al voluntariado, la idea que ha tenido el Banco de
Alimentos en esta ocasión de convocar a todas las instituciones de carácter
social y a las cofradías, de ampliar la campaña a los centros comerciales de cada
barrio, ha sido una buena idea, ha contado con un amplio número de voluntarios
en cada barrio y ha hecho posible una mejor organización por turnos, más cortos
y más llevaderos. Ni qué decir tiene que el eco de la gran recogida sea mucho mayor en esta ocasión.
Seguro que será una campaña importante, y nos demostrará con
creces que la buena voluntad y el compromiso con los que necesitan ayuda están
muy arraigados en cada persona. Comentábamos en un momento que gracias a esta
buena voluntad de la mayoría se mantiene el mundo todavía en cierta paz.
O.M.